sábado, 24 de abril de 2010

Los Olores de la Consti.

No recordaba haber estado en el porche de la casa toda la noche y disfrutar de los olores de la Consti. Para poder llegar a ello se necesitan varias cosas, lo importante es la corriente de aire y el estar abierto a disfrutar de todas las variantes.

Era alrededor de las 12:30 de la noche cuando un fuerte viento sacudía la zona poniente de la ciudad. El calor se sentía en la Consti y cuando llego aquel viento alrededor de la 1 de la mañana, la tierra por doquier impregnaba de suciedad mi piel, ojos, y hasta los canales más íntimos de mis huevos.

En fin ya ido un poco el viento opte por salir y a disfrutar de los aromas de la Consti. Empezó con un aroma fresco a Bosque. Ese olor procedía de la sierra. Era un olor fresco no porque hubiese llovido en algún lugar cercano, sino que venía de las entrañas de la sierra. Es muy raro tener el olor ese en la Consti, a que su lejanía con los cerros por lo general impide ello, y si se quiere percibir se necesitan las circunstancias antes dadas.

El olor al fresco del Bosque hizo que limpiara todos los olores y percibiera cada uno con una simplicidad hermosa.

No fue el hambre. Fue el hecho de que a un kilometro se encuentra la Marínela. El olor a pan recién hecho era tan perceptible que pareciese que tuviese hambre, pero si, era entre Chocorol y Buñuelos. Quién sabe, a lo mejor el olor procedía de la Bimbo que está a 2 kilómetros de aquí.

Bueno, resumiendo entre todos los olores que percibí, me dio poco después el olor a tortilla recién hecha, a Barbacoa, a Chicharrón, y a otros aromas que nada que ver pero como que florales.

Eran las 6 de la mañana, fue la noche más sabrosa que he tenido jamás. Dormí mal y son las 10:38 de la mañana, si tengo hambre pero no mucha. Casi casi fue como cenar.

No lo había apreciado, los Olores de la Consti.

Hoy será otro día, los patrullajes militares y haber como nos va.

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