martes, 20 de abril de 2010

Hasta en las mejores familias.

Cierto es que donde quiera se cosen Abas. Así pudiese ser una clase media tipo la familia de Paullete, así pudiese ser la familia incomoda de Martha Sahagún, o un pleito a caguamaso limpio en la colonia Alianza en pleno quince años callejero entre vecinos. Así son las familias de México, siempre cegados por los intereses.

No está mal recordar lo que decía años, de que la familia era la base de toda sociedad y explicaba el porqué. También no está mal recordar que como los países las familias tienes sus propias políticas y estatutos algunos de ellos sagrados. Partiendo de ello no es nada extraño que en todas las familias haya conflictos de interés como en cualquier país en el mundo.

Claro está que al respecto, uno se entera de los problemas internos cuando la parte afectada se abre, y es sobre este contexto la siguiente historia mitotera.

Alejandro Garza Laguera es hermano de Eugenio Garza Laguera, ambos hijos de Don Eugenio Garza Sada quien casose con Doña Consuelo Laguera, este, emblemático padre cuyo a su funeral asistieron más de 200 mil personas. A su vez el abuelo de ambos fue Isaac Garza.

En fin, Alejandro se caso con María del Consuelo Rangel Garza y ambos engendraron a  Maca Garza Laguera. Obvio, no quisieron que se perdiera el apellido Laguera con el de Rangel y optaron por ponerle a la hija  así.

Total, la pequeña Maca Garza termino casándose con un tal Alfonso Romo, hijo de Don Carlos Alfonso Romo García, quien casose con Petra Garza Madero descendiente de Fco I. Madero.

Todo transcurría normal en ambas familias hasta que Doña Ma. Del Consuelo Rangel Garza de Laguera, le cedió unos “derechos” de administración de unas acciones a su yerno el tal Alfonso Romo. El Tal Alfonso Romo pues supuestamente dispuso de esas acciones sin el consentimiento de Doña Ma. Del Consuelo y eso al parecer fue la gota que derramo el vaso. Dichas acciones oscilaban los 87 millones de dólares por lo cual Doña Ma. Del Consuelo entablo una demanda con su yerno. La idea general era vender Seminis para así rescatar Savia, donde Laguera tenía una muy importante cantidad de acciones no así en Seminis propiedad de Romo.

Su yerno pos su parte estaba muy quemado en diversas actitudes “maliciosas” de finanzas. Entre sus rarezas financieras fue vender a la empresa llamada Seminis, la cual era de su propiedad,  al fondo de inversiones americana llamada Fox Paine. Dicho fondo de inversiones vendió la misma empresa a Monsanto, líder mundial en productos agrícolas por la suma de 1400 millones de dólares, un monto 4 veces más caro que el pactado entre Romo y Fox Paine solo con 19 meses de diferencia.

Las ganancias personales por dichas transacciones de compra venta entre Fox Paine y Mosanto arrojo una derrama directa por 275 millones de dólares a Romo, y a futuro le arrojaría otros 125 millones más, eso por su participación en Fox Paine quien vendió a Seminis a Mosanto, es decir, se cuajo el peladito.

Todo ello enfureció a Alejandro Garza Laguera y empezó una campaña por la toma del consejo de administración de Savia, antes presidido por Alfonso Romo, su yerno, quien como lo mencione también era presidente de Seminis.

Eso en América. El tal yerno que en su momento se tiraría a la tal Maca y la haría feliz plenamente hasta chingar a sus suegros, pues también tenía pedos en las Antillas Holandesas. La firma Aladin N.V demando a Romo en un juicio mercantil por la suma pelada de 78 millones de dólares, que a octubre del 2005 la equivalencia era de 95 millones. Ello por un asunto de GPI Financial una empresa de Romo.

Así que los berrinches de Alejandro Garza Laguera no eran para más y llamo a las filas a todos los accionistas de Savia.

Fue como hasta en las mejores familias que él mitote se puso a pelo en el estacionamiento del Hospital Santa Engracia, donde se reunió el 78% de los accionistas de Savia y nombraron como nuevo Presidente del consejo a Arturo Estrada Treanos, accionista de Savia y gente en pro del Alejandro Garza Laguera.

El evento se realizo en el estacionamiento, ya que el Auditorio del Hospital quien es dueño Romo y que no forma parte  de los activos de Savia, les negaron el acceso a los accionistas, mismos que con un boletín previo ya habían acordado reunirse ahí. Fueron alrededor de 7 patrullas san petrinas las que resguardaron a los accionistas mientras se deliberaba la sustitución de Romo de la presidencia del Consejo de Administración en plena vía pública.

A ello le añadimos el intento de toma del consejo braveado por parte de la gente de Romo, quien quisieron  tomar la mesa redonda del consejo simbólicamente y en donde guardaespaldas de Garza Laguera portaban sin más, armas en dicha reunión ejecutiva.

Pasaron los años y la utilización de los medios por parte de Laguera rindió frutos. Al terminar la tempestad solo las altas esferas entendieron en que quedo el asunto.

Nota: Alfonso Romo deshizo o vendió empresas como Cigarrera La Moderna, Comercial América, Empaq, Mercafon, Papelerias Monterrey, entre otras.




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