sábado, 3 de abril de 2010

El poder de las tetas.

Siempre me han atraído, después de los ojos considero lo mejor en una mujer. Claro está que no me importa como estén, siempre y cuando vayan acorde a la anatomía de la mujer.

Pero bueno, cuando se pierde el control se pierde, y es cuando llaman más la atención cuando superan las expectativas.

Realmente han sido las pocas veces que he perdido el control, una ya la platique, y fue en un restaurant con una teen que sin más me las puso enfrente de mi cara, al pedir la orden lo primero que hice fue ver los pechos cuando debí de haber volteado al rostro de la chica.

Pero bueno. Hace unos minutos recordé por un programa de televisión que si, se puede ser débil por las tetas. Había una “amiga”. La pongo entre comillas porque ya no lo somos. Se supone que un amigo es para siempre. Esa “amiga” era amiga de mi mejor “amiga”. Se supone que no me gustaba, ella si quería con uno pero al negármele termino embarazándose de un colombia.

Pum, que se le viene el engendro. Todo normal. Antes del huerco tenia buena anatomía, prominentes tetas y se tapaba mucho. Después del huerco se desinhibía de sus tetas mostrándolas sin cesar es cuando me llamo la atención.

Esa “amiga”, se peleó con su mejor “amiga”, fue una situación que hoy en día no sé por qué ocurrió. Un día, la “amiga” tetona me visito a mi casa con su engendro, como candado quizás, no lo sé. Eso me incomodaba, era un adolescente y yo dentro en mi cuarto con ella y sus prominentes y ese niño incomodo que la estaba cagando.

Acepte que me visitara porque me dijo que tenía que platicar conmigo. Obviamente el huerco no era mío, pero a como se veía la situación creo que mi querida madre dudo de ello.

En fin, apenas platicaría conmigo cuando me hablo por teléfono su amiga, que también era mi “amiga”. La segunda se puso celosa, o no sé de donde saco tanto odio que me visitara su amiga la tetona que se peleó conmigo y se echo a llorar. Hasta su padre en ese momento me llamo preguntándome que le había hecho.

Debido a la situación de incomodidad ya que mi madre se dio cuenta de la primer y segunda llamada además de la incomodidad del huerco me dije. “¡Mamadas!!!” y opte por despachar a la tetona.

Aun no sé el porqué de los celos, ahora pienso que se debían quizás a una posible conquista por venir con todas las tetas prácticamente de afuera. Lo menciono porque esas amigas eran vecinas, y la enojada se dio cuenta como venía a visitarme la otra.

Ahora pienso… ¿Que tanto te puede cambiar la vida una vieja tetona? Fue aquel día de adolescente que comprendí que cuando uno se enamora comete muchas pendejadas. Quizás por ello no lo hago y ni me interesa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

teneis pedos milord

colored dijo...

Entonces perdieron poder???

EL CHAVO dijo...

Todo lo contrario... siempre abordaran mi mente. Ese es el poder, controlar.