El caso de Yuliana es semejante al de Paulette: Una niña que desaparece y después es hallada muerta. Sólo que el caso de Yuliana es mucho más grave que el de Paulette. Me explico:
A Paulette nadie la secuestró o plagió, según parece, sino que despareció misteriosamente durante varios días.
A Yuliana, en cambio, se la llevó un hombre a la fuerza y la subió a una camioneta, a la vista de su prima y su hermana. Hubo testigos.
A Paulette nadie la mató, sino que murió por asfixia debajo de la cama, según la versión de la Procuraduría del Estado de México.
A Yuliana, en cambio, el raptor la violó y asesinó de un balazo.
Lo extraño es que Paulette se convirtió en el tema policiaco más importante del año en términos mediáticos y Yuliana apenas si llamó la atención de los medios nacionales. ¿Por qué Paulette fue un escándalo mayor y Yuliana no, si las dos historias son indignantes?
Hay tres circunstancias que las hacen diferentes: Una, Paulette murió en Interlomas, una zona cercana a la ciudad de México (Yuliana fue raptada y asesinada en Agua Azul, un rancho de Apaseo); dos, las redes sociales del DF operaron de forma inmediata en todo el País (Yuliana no tuvo esa fuerza en Facebook y Twitter); y tres, Paulette era una niña de una familia rica (mientras que Yuliana es hija de una familia pobre).
La combinación de Paulette es: niña rica + DF + Twitter + misterio. La fuerza de Yuliana es: niña pobre + Apaseo + rapto + asesinato.
A veces no hay lógica es la reacción de la sociedad ante las noticias. El asombro de la ciudadanía es caprichoso. Obedece a factores complejos que tienen que ver con la percepción social. Lo que es cierto es que el caso de Yuliana es el reflejo de un problema más grande que el hecho de Paulette: A Yuliana la raptaron a la fuerza, se la llevaron en una camioneta, la policía tardó en buscarla, la ultrajaron y asesinaron de un balazo. Una niña inocente robada y asesinada.
Paulette es un problema de líos familiares, desinformación y mentiras. Yuliana es un problema de inseguridad e injusticia.
Publicado por: pablo.carrillo@milenio.com
Sacado de: Milenio
No hay comentarios:
Publicar un comentario