Los 10 minutos más largos del día.

7:30. La vecina hace meses que no visitaba su casa, hasta apenas el viernes se le vio en la misma al “inaugurar” su llegada con la realización de una cena entre amigos.

Muy cordiales los amigos. Siempre saludando y pidiendo permiso de estacionamiento. No tengo nada que decir al respecto.

Pues bueno, al parecer ya está viviendo de nuevo. La banqueta sucia y la basura sacada muchísimo antes de que pase el camión recolector. Obvio, los perros ya abrieron las bolsas.

Ese no es el punto. El punto es que los 10 minutos más largos del día son cada mañana que la pinche vieja calienta su bocho. Para empezar ni frio hace pero es de cajón que dé a huevito tiene que calentarlo. Eso no es todo, lo prende con todo el acelerador adentro como si un avión de los 40s se tratase. Ojala que algún día lo desvíele, che vieja.

Pendejada sin más, debido a que es un motor que ni agua usa. Por favor explíquenselo a la vieja que su padre hasta mecánico es.

7:45 Llego a la tienda con Mirtala. Me dice “Hasta eso siempre te levantas temprano verdad?” Algo desesperado le comente de la vecina. En estos momentos ya medio sector lo debe de saber.