jueves, 20 de mayo de 2010

La verdad y la verdad absoluta.

Hace muchísimo tiempo hablaba al respecto. Suena estúpido podrían decir, el hecho de tener dos verdades o simplemente decir verdad o mentira.

Creo que ante la sociedad está ya se ha conformado con tanto, que le agrada mas una mentira, y la olvida tan pronto que no le interesa sin más la verdad. La verdad por ende en muchos de los casos es dura, ya que como individuos no nos tienen a gusto, ya sea por lo que nos dicen, o desear que nos digan. La verdad incomoda más que una mentira. La mentira simplemente te deshace de situaciones y punto final. En la verdad tendrás que vivir con la incomodidad, con el problema, o peor, saber si es una verdad, o es absoluta.

En lo particular desde niño he peleado con las tres, la verdad, la verdad absoluta y la mentira.  Es incomodo plantearse cada una al analizar la información que se te dice, porque dejas de tener una vida normal como ciudadano, pero en parte te da mucha individualidad.

Como ya lo dije varias veces, de niño deje de creer en el periódico El Norte. Paso ese sentimiento con CNN y posteriormente con toda la prensa americana, sobre todo por haberse creado en los 90s el departamento de Oficina de Información. Un departamento de la Casa Blanca encargada de sobornar medios periodísticos para dictaminar que sale y que no ante el público. 

Desde su creación, siempre respete a Milenio, ahora por una declaración de Carlos Marín, muy respetado por mí, creo que empiezo a dudar del grupo periodístico. El da por hecho de que la tendencia en el caso de Paullete será dictaminado como accidente. Sin lugar a dudas la realidad política en torno al caso han dado por olvidar la verdad absoluta al editor de Milenio, y ello es una lástima para hasta ahora muy respetado trabajo que había elaborado.

No hay comentarios: