miércoles, 31 de marzo de 2010

El Leal. Solos en la oscuridad.

Leal había terminado con aquella novia quien quiso conquistar por siempre con unos tacos. Se lio con otra que era grupera. Nunca llego a más que sexo oral logrando sofocarse el Leal en una ocasión por el intenso olor que tenía la vieja en cuestión. Leal por su parte era eyaculador precoz y a falta de aguantar opto por hacerle una mamada a la vieja topándose con tan incómoda situación. Aquella vez la vieja solo sonrió y dejaron el acto para alguna otra ocasión.

Como siempre interrumpiendo mi grata estancia en mi hogar después de un duro día en el trabajo, Leal se sentía especial y opto por visitarme y preguntar las inquietudes del día.

“Oye Chavo…. ¿A ti nunca te han pescado los federales en el paradero del aeropuerto rumbo a pesquería con una nalga?”

“jajajjaja…. aaaaaaggggggghhhhhhhhhh Leal, yo ni si quiera tengo carro guey”


“No pos a mi sí, lo que pasa es que estábamos fajando con madre guey cuando de repente vi una linterna en el vidrio, me torcieron con los pantalones abajo…. Los federales estaban bien filosos y me dijeron que me vistiera y mientras los gueyes se fueron sobres de los otros carros de pedo…. Pos que se les duerme el gallo guey y prendo el carro y me les pele”

“Esa fue esta vez, la vez pasada me torcieron en una colonia de esas nuevas, pinches vatos guey, el poli estaba bien filoso y no se dejaba”

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