Después de que emprendió en la dicha de poder expresarse gracias a que conoció a su Sensei el Chavo, osea yo, todo lo reprimido que tenía en su niñez y que no preguntaba como algo básico a su padre, debido a muchas circunstancias principalmente como lo había mencionado anteriormente, por su falta de coordinar el cerebro con su sistema de lenguaje bucal, Leal ahora hacia preguntas de las más básicas en la historia del humano.
Me recordó un poco a mi sobrino que teniendo un par de años se emocionaba ya que el no recordaba ver visto llover, y al hacerlo, le llenaba de emoción ver tan impresionante espectáculo. Así era Leal, se sorprendía ya en su adolescencia por todo el entorno que lo rodeaba.
Un día apareció en mi casa con la pregunta del día. Era algo que lo perseguía desde una noche atrás y que tenía que preguntarle a su maestro, de nueva cuenta, osease yo.
“Oye Chavo…. ¿Por que las nubes en la noche tienen ese color como que amarillas y porque en el día son blancas?”
“Aaaaaaaggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhh, Leal, básicamente es porque es vapor en el día lo que ves, en la noche es igual vapor, pero se refleja la luz de la ciudad en ellas y por ello se ven amarillas”
“Ah sí cierto verdad…”
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